Tornado
El
ministerio británico de Defensa ha confirmado el despegue en la tarde
del martes de tres aviones Tornado que guiarán la misión humanitaria en
el norte de Irak. Este primer despliegue de aviones de combate de la
Royal Air Force (RAF) podría ampliarse en los próximos días hasta un
total de ocho cazas dentro de la bautizada Operación Shader.
Los Tornados
están equipados con cámaras y sensores infrarrojos para detectar la
presencia humana desde distintas alturas, tanto de día como de noche.
Rastrearán la zona indicando a los pilotos de los Hercules de la RAF la
posición exacta donde proceder al lanzamiento de las provisiones de
emergencia destinadas a los refugiados iraquíes.
La entrada en acción de los Tornados, en una función limitada de
momento a la supervisión del terreno, está enfocada a proteger a la
comunidad yazidí que sigue cercada por las milicias del Estado Islámico
(EI) en los montes Sinjar, una extensa zona del norte de Irak. El pasado
domingo, la RAF tuvo que suspender la operación ante la avalancha de
gente que se concentró en el punto donde iban a descargar los
suministros desde el aire.
Pese al despliegue de aviones de combate, el gobierno de Londres
insiste en el carácter humanitario de la contribución de la RAF a la
operación en la que también participa Francia. Estados Unidos mantiene
su objetivo de bombardeos puntuales contra posiciones del EI.
El titular de Exteriores, Philip Hammond, lleva las riendas de
Operación Shader mientras el primer ministro británico, David Cameron,
continua de vacaciones en Portugal. Al frente de un cargo que ocupa
recientemente, Hammond preside reuniones diarias del Comité de
Emergencia Cobra e intenta frenar una creciente presión para convocar al
Parlamento en un debate de urgencia sobre la crisis de Irak.
Sir Menzies Campbell, ex portavoz de Exteriores del partido
Liberal-demócrata, socios en el gobierno de coalición, es el último
parlamentario en demandar la reapertura de los Comunes. Pero el equipo
de Cameron se resiste a reunir a los diputados- paso que sería necesario
si la misión humanitaria se transforma en bélica- por temor a un voto
contrario en la Cámara baja del Parlamento de Westminster.
Así ocurrió
el año pasado cuando el primer ministro solicitó el apoyo parlamentario a
operaciones de combate en Siria. “Aún no hemos llegado a esta posición”, señaló esta tarde un portavoz del Foreign Office.
RIA Novosti
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