La plataforma de lanzamiento Katiusha se encuentra instalada en el vehículo ZIS-5-V, un camión de tracción trasera y con el motor en la parte frontal que demostró una gran resistencia durante la Segunda Guerra Mundial. El vehículo podía atravesar terrenos intransitables, era fácil de mantener en condiciones de combate, sencillo y fiable. Todo esto se consiguió gracias que la construcción del vehículo fue sometida a una simplificación radical en plena guerra.

 
Para la fabricación de la cabina, se empezó a usar madera y chapa; para los guardabarros, laminados (antes de la guerra se empleaba la técnica del estampado metálico); se desmontaron los frenos en las ruedas delanteras (obligando a usar el freno de mano para detener el vehículo), y se dejó solo el faro izquierdo y una puerta abatible.

A pesar de la simpleza de su construcción, el volumen de trabajo que espera a los empleados de la fábrica NPO SPLAV —de quienes surgió la iniciativa de restaurar el vehículo— será considerable y costoso: en 20 años expuesto en su pedestal, el sistema Katiusha ha sobrevivido a un incendio y ya no puede desplazarse por sí solo. Actualmente, el coste de restauración de un ejemplar del ZIS-5 asciende a 1 millón de rublos (17.000 dólares).

Sin embargo, el trabajo merece la pena. Ya prácticamente no quedan sistemas Katiusha instalados sobre un chasis ZIS-5. “El otro vehículo de estas características que queda está en el estudio cinematográfico Mosfilm; un ejemplar que, en comparación con el de Tula, está en muy buenas condiciones. Pero el nuestro tiene instalado el lanzacohetes”, informó a Rossiyskaya Gazeta el jefe de la empresa SPLAV, Serguéi Kiriltsev.

En Astaná, la capital de Kazajistán, también participarán varios Katiusha en el desfile dedicado al 70 aniversario de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial. Para ello, el desfile incluirá una muestra histórica. Para volver a mostrar el armamento que dio la vuelta al curso de la guerra, estos monumentos se transformarán en sistemas listos para entrar en combate.

Según el comandante en jefe adjunto del departamento de educación e ideología del ejército de tierra de Kazajistán, el coronel Zhumabek Jasenov, “los equipos de la época de la guerra se encontraban en las reservas de las bases militares como monumentos conmemorativos. Para que estos equipos puedan desplazarse por sí solos, deben ser sometidos a un proceso de restauración y modernización en las fábricas de ‘Kazazhstan Engineering”.

El desfile de la Victoria de Moscú también incluirá una muestra histórica, aunque los Katiusha no pisarán los adoquines de la Plaza Roja. De los equipos militares de la Segunda Guerra Mundial, los espectadores solo verán los tanques T-34 y los cañones autopropulsados SU-100.

Sin embargo, según el comandante en jefe del ejército de tierra de Rusia, Oleg Saliukov, el desfile se convertirá en un gran escaparate para otros equipos más modernos que aún no se fabrican en serie, puesto que se encuentra en fase de prueba. Hablamos del cañón autopropulsado Koalitsia-SV, del tanque Armata, el vehículo de combate de infantería Kurganets 25 (también basado en el Armata), el vehículo de combate de infantería Boomerang y el vehículo blindado de defensa Taifún (basado en los vehículos Kamaz).

De momento, el ejército está realizando ejercicios con los nuevos vehículos militares secretos en el polígono Alabino, a las afueras de Moscú (envueltos en sus fundas de camuflaje), además de con los equipos de defensa costera Bal y Bastión, que ya forman parte del equipamiento del ejército ruso.


El desfile que tendrá lugar el 9 de mayo 2015 en la Plaza Roja de Moscú será el más numeroso en toda su historia: se prevé la participación de 194 vehículos blindados, 150 aviones y 14.000 militares. El año pasado la participación fue más modesta: 11.000 militares, 151 tanques y 69 aviones y helicópteros.

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